6.4.09

Deber de todos.-

Últimamente suceden cosas que provocan que me irrite. Por ejemplo, ayer, lunes por la mañana. Iba caminando hacia la U, muy atrasada -por lo demás- y, una señora se tropezó y cayó al suelo. Yo corrí a recogerla, y al mismo tiempo percibí que de las demás personas que presenciaron el incidente, ¡ninguna se inmutó! Luego de verificar que lo de la señora no fue grave, continué caminado y pensando: "me imagino que si quién se cae fuese alguien muy querido para alguna de las personas que estaban allí, un amigo o un familiar, hubiesen corrido a socorrerlo, ¡pero claro!, como era la "Señora X", "que se pare solita, ¡si no fue pa' tanto!".

Llego a la U. Un compañero de curso comenta una situación que le aqueja y, los demás se burlan. Otro compañero dice al profesor que no comprende algo de la materia y, los mismos de siempre, empiezan con las mofas. Como supuse, mi compañero nunca más preguntó algo en voz alta.

Al terminar las clases, fui a hacer unas compras al centro. Vi a varias personas pidiendo limosnas, y los demás pasaban esquivandolas, como si fueran perritos jadeando...

Después me subí a la micro y, en el paradero siguiente del mio, subió un anciano -gracias a Dios habían asientos disponibles, porque si no, como está la cosa dudo que alguien le ceda el suyo-. El asunto es que antes de haberse sentado, el chofer de la micro "echa a andar su máquina" y, ¡el abuelito casi se cae! demoró varios segundos en sentarse y, nadie estaba pendiente del incidente, pero yo quedé media desconcertada.

Y así... todos los días veo actitudes de indiferencia, de no aceptar que no estamos solos, que estamos con muchos más YOs.

Ahora que ya escribí la "intro", se me vino a la mente el concepto que quería tocar: "Responsabilidad Social", en verdad no se si alguien pudiese decir "¿qué es eso?", pero bueno, no juzgaré al que no sabe (pero sí al que no pregunta). Ok, reconozco que en verdad no comprendía muy bien este término... para mi era algo así como "hacerse responsable del otro, que pertenece a la sociedad" sí, básico.

Averigüé. Y, técnicamente, la "Responsabilidad Social" es un deber que tienen las empresas, fundamentalmente "es la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas".

Aunque, sinceramente, no quisiera hablar de esta responsabilidad social, sino de otra mucho más importante -a través la cuál se puede llegar mucho más fácilmente a la que mencioné-.

Quiero hablar de la responsabilidad social que yo misma, sin darme cuenta, definí cuasi-correctamente: "hacerse responsable del otro". ¿Qué quiere decir esto?, al hacer esta pregunta se me viene a la cabeza otro concepto esencial: "empatía": "Identificación intelectual con los sentimientos, pensamientos, o actitudes de otros". Si somos empáticos, tenemos la herramienta esencial para hacernos responsables de lo que le pasa a nuestro compañero de metro cuadrado.

Me descompone oír la frase "la gente pobre... es otra realidad". ¡Qué pasa, abran los ojos! es la misma realidad en la que vives tú y todos, está a un par de cuadras de tu casa, de tu universidad, de mi casa y de mi universidad.

Y, ¿te importa? "sí, pero yo empiezo por casa".

...Eso es querer ver solamente hasta donde tu nariz te lo permite, sólo por gusto, y se llama egoísmo. Sí, es muy importante cuidar a los nuestros, por ahí se empieza, pero se termina por otro lado.

La responsabilidad social es sentirnos parte de los demás, de lo que le pasa al tipo de la otra sección que tiene cortes en los brazos, o a la "mina" que siempre anda riéndose queriendo decir ¡pésquenme!.

Y yendo un poco mas allá, un mensaje para los jóvenes cristianos: No se conformen jamás, nosotros más que todos tenemos que ayudar a nuestro prójimo, su dolor es nuestro dolor, y la oración siempre está ahí, hagamosla parte de nosotros. Pidamos por todos, a cada momento, veamos más allá, la vida no termina aquí. No olviden que nuestro compromiso, más que con las personas, es con Cristo, que nos envió para ser actores, no espectadores, ni siquiera de las más horrendas actuaciones.

Pero el maestro de la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús:
–¿Y quién es mi prójimo?
Jesús le respondió:
–Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó fue asaltado por unos bandidos. Le quitaron hasta la ropa que llevaba puesta, le golpearon y se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente pasó un sacerdote por aquel mismo camino, pero al ver al herido dio un rodeo y siguió adelante. Luego pasó por allí un levita, y que al verlo dio también un rodeo y siguió adelante. Finalmente, un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, le vio y sintió compasión de él. Se le acercó, le curó las heridas con aceite y vino, y se las vendó. Luego lo montó en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, el samaritano sacó dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: ‘Cuida a este hombre. Si gastas más, te lo pagaré a mi regreso.’ Pues bien, ¿cuál de aquellos tres te parece que fue el prójimo del hombre asaltado por los bandidos?
El maestro de la ley contestó:
–El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo:
–Ve, pues, y haz tú lo mismo.


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