21.8.09

Emociones

Hoy tuve una clase de "Desarrollo Personal" en la U, pensé que sería una clase más, de un día más, de una semana más... y realmente fue una clase muy provechosa, la profe Carla nos comenzó a conversar sobre "las emociones", y mientras hablaba, me di cuenta que mi postura y gestos no indicaban una escucha activa, pero tampoco desinterés, eso me pasa cuando no quisiera expresar lo que estoy sintiendo realmente. En el fondo, con cada frase que la profesora decía, yo pensaba "ay, ¡a mi me pasa eso!" o "w0w, recuerdo cuando..." o "así me siento ahora" o, no se, cosas así...

En un momento dijo algo así como que "muchas veces no estamos en contacto con nuestras emociones, por ejemplo, si yo les pregunto ahora qué emoción están sintiendo, ¿qué me responden?" y las caras de todos sólo mostraron un "nada, agrado, estoy escuchandola muy atento, estoy bien", pero yo y puede que los demás también, logré en ese momento conectarme con mis emociones y decir para mi misma "misma, ¡en verdad no estás tan bien!"... complicado, estamos en clases, oyendo, riendo... pero al momento de focalizarnos en lo que sentimos, quizás lo que sentimos y/o pensamos ya no es tan agradable.

La Señorita Carla también comentaba que las emociones no eran tan valoradas por nosotros o las personas en general, que nuestra educación emocional no era la correcta. Y para mostrar que eso efectivamente es así, nos dió un ejemplo súper real: Cuando estamos enfermos, nos "tomamos la atribución" de faltar a la U o al trabajo, de no hacer algo que teníamos o queríamos hacer, y las personas nos cuidan y nos llaman para saber como estamos. En cambio cuando estamos mal emocionalmente, o podría decirse "enfermitos emocionalmente", muchas veces le quitamos la importancia que amerita, no dejamos de ir a la universidad o al trabajo porque nos sentimos realmente angustiados, no dejamos de hacer nuestra vida normal. Cuando estamos enfermos vamos al médico, "nos tenemos que cuidar", pero cuando "nos duele el corazón", ¡ya tendremos que superarlo! Y a veces esperamos a estar "demasiado mal" para "hacernos ver". Cuando nos duele la guata, nuestros papás nos dejan faltar a clases, pero si les decimos que estamos tristes, en mi caso simplemente recibiría alguna mala cara o algo semejante.

Empezó a hablar también de las personas con depresión, que siempre estaban captando solamente estímulos negativos, dió una explicación fisiológica pero no sabría explicarla por escrito. Y es heavy, porque a esas personas pueden pasarles muchas cosas buenas, pero siempre se van a quedar con lo malo, osea, siempre verán el vaso medio vacío...

Al finalizar la clase, sentí ganas de quedarme ahí, sentada, inmóvil, pensando, analizando, conectandome conmigo misma, pero no se podía, la clase ya había terminado y tenía que salir a respirar, para una clase más... ahora que lo pienso, quizás cuando tenga a mis pacientes y llegue el momento de terminar nuestra "sesión", ellos igual querrán seguir contandome cosas, deshaogándose, y yo sutilmente tendré que tomar la palabra unos minutos antes de terminar para que el corte sea sutil, y recibir a otras personas... ¡La vida sigue!

No hay comentarios:

Publicar un comentario